Un programa de maravillas, frecuentemente abreviado como UCDM, es un texto espiritual profundo e importante que surgió en la segunda mitad del siglo XX. Con alrededor de 1.200 páginas, esa función integral no es realmente una guía sino un curso completo sobre cambio religioso y curación interna. Un curso de maravillas es exclusivo en su forma de espiritualidad, basándose en numerosas tradiciones religiosas y metafísicas que presentan un sistema de creencias que tiene como objetivo llevar a las personas a circunstancias de paz interior, perdón y conciencia de su naturaleza correcta.

Los inicios de A Class in Wonders se remontan a la relación entre dos personas, Helen Schucman y William Thetford, ambos distinguidos psicólogos e investigadores. El inicio del curso se ucdm produjo a principios de la década de 1960, cuando Schucman, que era psicólogo clínico y de investigación en la Facultad de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, comenzó a ver algunos dictados internos. Ella describió estos dictados como provenientes de una voz interna que se determinó como Jesucristo. Schucman inicialmente se resistió a estas actividades, pero con el apoyo de Thetford, comenzó a transcribir los mensajes que recibió.

Durante siete años, Schucman transcribió lo que se convertiría en Una clase de milagros, que constaba de tres volúmenes: el Texto, el Libro para alumnos y la Información para profesores. El Texto expone los fundamentos teóricos de la clase, detallando los métodos y principios básicos. El Libro para Estudiantes incluye 365 clases, una para cada día del año, diseñadas para guiar al lector a través de un entrenamiento diario en la aplicación de las enseñanzas del curso. El Manual para Educadores ofrece más consejos sobre la mejor manera de comprender y enseñar los conceptos de Una Clase de Milagros a otros.

Uno de los temas clave de Una clase de maravillas es la idea del perdón. El curso muestra que el verdadero perdón es lo importante para la paz interior y la conciencia de la propia naturaleza celestial. De acuerdo con sus enseñanzas, el perdón no es simplemente una práctica moral o moral sino un cambio elemental de percepción. Requiere dejar de lado los juicios, las preocupaciones y la percepción del crimen y, en cambio, ver el planeta y a uno mismo a través de la lente del amor y la aceptación. Un programa en maravillas enfatiza que el verdadero perdón conduce al reconocimiento de que las personas generalmente están interconectadas y que el divorcio entre sí es definitivamente una ilusión.